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¿Por qué los vinos en altura son la última tendencia?

Los vinos reflejan la tierra donde nacen, sello de identidad que los acompaña a lo largo de todo el proceso, desde su plantación hasta el sabor en cada botella.

En los últimos tiempos, entre los amantes de la vinicultura se ha demostrado una clara tendencia hacia los vinos en altura, cada vez más demandados, pero ¿qué tienen de especial este tipo de vinos?

Un vino más expresivo, más fresco y aromático

Con rasgos totalmente identitarios, se consideran vinos en altura aquellos cuya superficie está por encima de los 800 metros sobre el nivel del mar, algo que les aporta un valor diferencial, dando como resultado un vino más vivo, más expresivo, más fresco, más aromático y longevo.

En este sentido, la altitud afecta en aspectos como la temperatura, con tendencia a temperaturas inferiores a la de terrenos con menos altitud y con una diferencia pronunciada entre el día y la noche, o la intensidad de la luz, con una mayor radiación solar directa y un aire más puro.

Dominio Basconcillos, un vino de altura con identidad propia

Uno de los valores diferenciadores de Dominio Basconcillos es precisamente su localización.  A unos 1.000 metros sobre el nivel del mar con una orientación sur en la zona noreste más desconocida de la Ribera del Duero, esta bodega presume de producir un vino de altura único.

La altura del viñedo unido a una exposición sur, la orografía del terreno con una diversidad en sus suelos (arcillo-calcáreos, grava y arena), las diferencias de temperatura entre el día y la noche, la ventilación y pureza del aire y los rendimientos muy bajos (menos de 4000 kg/ha) hacen que las condiciones de esta bodega del conocido como Paraje del Alto del Cura, lugar donde ya en la Edad Media los monjes Benedictinos trajeron el cultivo de la vida alrededor de su monasterio, no se encuentren en ningún otro lugar.

Además, esta bodega fundada a finales de los años 90 por José María Basconcillos, quien vio en este rincón desconocido de la Ribera del Duero el lugar perfecto para comenzar sus andaduras en el mundo del vino, y que hoy regentan sus hijas María José y Carmen Basconcillos, está inspirada en los conocidos Châteauxes franceses, con una distribución única donde Bodega y Viñedo forman una unidad.

El vínculo con la naturaleza y el amor por la tierra han guiado a esta bodega desde sus inicios. Tras dos décadas trabajando el viñedo de forma natural, y con el certificado ecológico desde el 2004, la finca se ha convertido en un auténtico refugio de biodiversidad.

Dominio Basconcillos
Finca de Dominio Basconcillos

Dominio Basconcillos es una bodega en un paraje único en el noreste la Ribera del Duero cuyas condiciones excepcionales y su carácter sostenible hacen de este vino un producto diferenciador y de calidad con certificado ecológico desde 2004.

Inspirada en los Châteauxes franceses, donde bodega y viñedo forman una unidad, Dominio Basconcillos lleva desde 1999 transmitiendo en cada botella los valores que su fundador, José María Basconcillos, quien creó un nuevo concepto dentro del sector vitivinícola basado en la excelencia y tradición, pero siempre a la vanguardia de las últimas tecnologías y respetando la naturaleza y la tierra que le rodea.

Su ubicación en altura en la zona noreste de la Ribera del Duero, su altitud, la orografía del terreno y las diferencias térmicas han hecho de este rincón un punto clave para conseguir una calidad excepcional.

 

FUENTE: VINETUR.COM

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