Tensión en los puertos de EE. UU. por posible huelga
El contrato entre los estibadores y los operadores portuarios expira el 15 de enero, con temas como la automatización, salarios y control internacional en el centro del debate.
El próximo 15 de enero vence la extensión del contrato entre la International Longshoremen’s Association (ILA), que agrupa a los estibadores de la Costa Este y del Golfo de EE. UU., y la United States Maritime Alliance (USMX), representante de los operadores portuarios. Las negociaciones previas a esta fecha se anticipan intensas, con la posibilidad de desaceleraciones intencionales en las operaciones o incluso huelgas, según el analista Jon Monroe.
Automatización y modernización en el centro del debate
Uno de los puntos más controvertidos es la automatización portuaria. Monroe advierte que, dada la magnitud de los buques modernos, con capacidades de hasta 18.000 TEUs, operar puertos sin automatización resultaría inviable. “Aunque impopular para algunos, la automatización es esencial para gestionar la creciente complejidad de las operaciones portuarias modernas”, señala. Este proceso incluye grúas automatizadas y sistemas tecnológicos en los accesos portuarios, adoptados ya en muchos puertos del mundo.
Salarios en aumento y presión financiera
El nuevo contrato también eleva significativamente los ingresos de los estibadores. Según Monroe, un trabajador que labore 100 horas semanales podría ver un incremento salarial de US$243.360 a US$430.560 anuales. Aunque estas cifras reflejan la carga de horas extra aceptada por muchos estibadores, generan tensiones con los operadores, que enfrentan costos crecientes.
El analista advierte que este aumento salarial podría trasladarse a los consumidores a través de mayores costos en la cadena de suministro. Actualmente, los estibadores en la región de Nueva York/Nueva Jersey ya ganan más de US$200.000 anuales, y esta tendencia podría intensificarse bajo el nuevo acuerdo, impactando las operaciones portuarias y el gasto general.
Control internacional y su impacto en los puertos de EE. UU.
Otro punto de discordia es el creciente control de los puertos estadounidenses por parte de líneas navieras internacionales como MSC, CMA CGM y Maersk, que poseen terminales clave en Nueva York/Nueva Jersey y Los Ángeles/Long Beach. Monroe critica el abandono histórico de la industria marítima estadounidense, que perdió liderazgo en favor de armadores extranjeros. “Estados Unidos priorizó ganancias a corto plazo, sin considerar las consecuencias a largo plazo”, afirma.
La postura de la USMX
Pese al apoyo del expresidente Donald Trump hacia la ILA, la USMX mantiene su posición firme. En su última declaración, señaló que los avances tecnológicos y el crecimiento de los salarios no son mutuamente excluyentes. “La tecnología moderna incrementa significativamente la capacidad de carga movilizada y genera más empleo para los estibadores”, destacó.
Un conflicto con implicaciones globales
Las próximas semanas serán decisivas para determinar si las negociaciones logran evitar interrupciones mayores en los puertos de EE. UU., cuya operatividad es crucial para la economía nacional e internacional. La combinación de demandas salariales, automatización y tensiones sobre el control internacional marcarán el rumbo de este conflicto, con posibles repercusiones en toda la cadena de suministro.
FUENTE: MUNDOMARITIMO.CL