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Los menores de 35 años sólo representan el 3% del consumo de vino en hogares

El envejecimiento progresivo del consumidor habitual de vino en nuestro país es un hecho que constata el ‘Informe del consumo alimentario en España 2023’, presentado recientemente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

 

 

Según este estudio, grupo de consumidores de menos de 35 años de edad tan sólo representan el 3% del total del vino consumido en el canal hogar en España durante el pasado ejercicio 2023. Supone el mismo porcentaje que en 2022, pero representa un retroceso frente a otros años recientes como 2021 (su peso era del 3,8% en el volumen total), 2020 (4,4%) o 2019 (4,12%). De hecho, este grupo de edad presenta una tasa de consumo per cápita (en el ámbito doméstico) de 2 litros de vino al año (el equivalente a 2,67 botellas estándar al año).

Por su parte, el grupo de edad de 35 a 49 años (que son el grupo poblacional más numeroso porcentualmente, con el 31,2% de la población, según el informe), asume el 17,6% del volumen consumido y su consumo per cápita queda en 3,2 litros/2023 (lejos de la media de 6,9 litros).

Por tanto, son los mayores de 50 años quienes conforman el perfil del consumidor intensivo de vino en España, especialmente en el caso de mayores de 65, siendo estos últimos quienes realizan el mayor consumo per cápita de la categoría con un consumo medio de 14,27 litros/persona/año y el 43,6% del volumen total consumido. El grupo de 50 a 64 años asume el 35,8% del total y cierra 2023 con 8,1 litros de vino per cápita.

En cuanto al estrato económico, los hogares de clase media y alta/media alta presentan tasas de consumo per cápita superiores a la media, con 7 y 8,7 litros por persona en 2023.

El perfil intensivo en la compra de esta bebida es un hogar formado por parejas adultas sin hijos, retirados o parejas con hijos mayores. El consumo per cápita es mayor al promedio nacional en el caso de parejas adultas sin hijos, adultos independientes y retirados, siendo estos últimos aquellos que realizan la mayor ingesta de 15,85 litros por persona y periodo de análisis.

La Rioja es la comunidad autónoma más intensiva en el consumo de vinos con respecto a su media poblacional, ya que la supera en un 55,9%, siendo, además la que más incrementa su consumo con respecto a 2022 (15,8%). También es la comunidad con un mayor consumo per cápita ya que realiza un consumo de 11,03 litros por persona y año mientras que la media nacional es de 6,90 litros. Otras CC.AA. intensivas en la compra de vino son Asturias, Cataluña, Illes Balears, Cantabria o País Vasco, entre otras. En el lado contrario situamos otras comunidades como Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha o la Región de Murcia, ya que son menos intensivas al tener una proporción de consumo inferior a lo que les correspondería poblacionalmente. Asimismo, estos son los territorios que tienen un consumo per cápita más bajo.

 

Un 4,5% menos de volumen, pero precios al alza:

El consumo doméstico de vino a cierre de año 2023 se contrae un 4,5% en volumen, con un aumento en la facturación de un 1,0%. Este aumento en valor se explica por el crecimiento del 5,7% en el precio medio, cerrando a 3,37 €litro. Los hogares españoles destinan a la compra de vinos el 1,3% del presupuesto para alimentación y bebidas, lo que supone un gasto per cápita de 23,22 €/persona/año, una cantidad similar a la registrada tanto en 2022 como en 2019. Por su parte, la compra de vino supone un 1,2% de la cesta de los hogares, proporción que equivale a un consumo de 6,90 litros por persona, una cantidad un 5,5% inferior a la del 2022, y un 10,4% inferior a la de 2019.

A cierre de año 2023, el vino tranquilo tinto es quien concentra la mayor participación del consumo intradoméstico tanto en volumen como en valor (65,7 % y 68,2 % respectivamente), ahora bien, se reduce en ambos parámetros con respecto al 2022, y, además, lo hace a un ritmo ligeramente superior al del sector de vinos tranquilos, perdiendo un 5,6 % de volumen y un 2,1 % de valor. El consumo del tipo de vino tranquilo blanco también se reduce, aunque a un ritmo ligeramente inferior al del total vinos tranquilos (4,9 % vs 5,0 %), con un incremento del 2,6 % en valor, siendo responsable del 29,2 % del volumen y del 28,3 % de la facturación del segmento de vinos tranquilos. En cuanto al vino rosado, es el único tipo que crece con respecto al año anterior, tanto en volumen, como en valor (3,1 % y 11,6 % respectivamente), siendo su cuota de participación sobre la dimensión de los vinos tranquilos, del 5,1 % en volumen y del 3,5 % en valor.

 

Canales de distribución:

Durante 2023, el supermercado y autoservicio sigue siendo el canal favorito para la compra de esta categoría, ya que agrupa el 52,6 % de las compras totales de vino, sin embargo, pierde un 4,1 % de volumen con respecto al 2022. Por su parte, el hipermercado y la tienda descuento también pierden un 4,8 % y un 7,9 % de volumen, siendo responsables de distribuir el 13,7 % y el 15,5 % del volumen respectivamente. El e-commerce consigue incrementar su demanda en un 1,5 %, aunque este canal representa un 1,8 % del volumen distribuido.

 

 

FUENTE: SEMANA VITIVINÍCOLA

 

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