La estimación de vendimia en Italia se sitúa en 43,9 millones de hectolitros de vino y mosto.
Al menos así lo recoge la previsión que han elaborado de forma conjunta los enólogos (Assoenologi), las bodegas (Unione Italiana Vini) y el Ministerio (a través del Ismea) y que acaban de hacer pública este 12 de septiembre. Supondrá, por tanto, una merma del 12% respecto a los 49,84 Mhl registrados por AGEA como producción de 2022.
De este modo, el volumen de producción previsto no permitiría a Italia mantener su liderazgo mundial (por un estrecho margen), dadas las últimas estimaciones que sitúan la producción de Francia en 44,96 millones de hectolitros, en cualquier caso, ligeramente inferior a la del año pasado (-2%), mientras que España ocuparía el tercer lugar.
Hay que recordar, tal y como ha publicado ya SeVi, que Italia comenzó la campaña 2023/24 Esa con unas existencias, según los datos ministeriales, de 45,5 millones de hectolitros de vino (+4,4%) y otros 3,5 millones de hectolitros de mosto (-8%). De modo que las disponibilidades totales propias (sin contabilizar las posibles importaciones que pueda realizar) con las que contará Italia en 2023/2024 ascenderían a 92,9 millones de hectolitros.
Sin embargo, Assoenologi-UIV-Ismea apuntan que todavía queda buena parte de la vendimia por recoger (acumula un retraso de una semana, aproximadamente) y, por tanto, la meteorología de las próximas semanas será crucial, y si las condiciones permiten una maduración óptima de las uvas, especialmente en el caso de las variedades más tardías, la estimación podría ser menos negativa (el clima también podría interferir aún más a la baja).
La principal región productora en Italia según esta estimación seguirá siendo el Veneto, con 12,23 millones de hectolitros previstos y un incremento del 5%; seguida de la Puglia, donde la merma esperada es del -25% y cuya producción será históricamente baja (7,6 millones de hectolitros) marcada por las inundaciones y el mildiu (patología que ha tenido una gran incidencia en todo el país); y Emilia-Romagna, que mantendrá un volumen de 6,88 millones de hectolitros y una caída moderada del -4,5% respecto al año precedente.
Las caídas previstas son bastante generalizadas, si bien las mermas porcentuales más acusadas serán las estimadas en Molise (-45%), Abruzzo (-40%), Calabria (-32,5%) y las esperadas en Campania, Basilicata y Sicilia, todas ellas con un 30% menos de cosecha. No obstante, hay un importante grupo de regiones con pérdidas estimadas del -20% y el -25%.
Esos signos en negativo se han compensado, sólo parcialmente, por aquellas otras regiones en las que se prevé que se mantenga la producción. Es el caso ya comentado del Veneto (+5%), Trentino (+1,5%), Liguria (+5%) o Piemonte, donde sólo se espera una merma casi testimonial del -2%.
En general se trata de una vendimia calificada como “muy complicada” en toda Italia, condicionada por el clima y los focos de mildiu ya desde las primeras fases vegetativas de la vid; tormentas con fuertes vientos y granizadas, así como picos de temperaturas muy elevadas. El grueso de la vendimia se espera entre mediados de septiembre y el mes de octubre.
FUENTE: SEVI.NET