España vuelve a superar la cifra de 4.000 bodegas exportadoras en 2022
La vocación exportadora del sector vitivinícola se da por descontada. Las cifras confirman que, entre los productores nacionales, independientemente de su dimensión o ubicación, existe más aptitud internacional que nunca. En 2022, las bodegas de nuestro país con actividad exportadora se elevaron hasta las 4.024 firmas (dato provisional del ICEX), un 1,13% más que en 2021 (cuando se recuperó su número notablemente, por la recuperación tras la pandemia, pero también por el efecto estadístico de la salida del Reino Unido de la Unión Europea). Se trata de la segunda cifra más elevada de la serie histórica, sólo por detrás de las 4.073 bodegas exportadoras que se registraron en 2017. Desde 2012, el número de firmas vínicas españolas con presencia en los mercados mundiales ha crecido un 12,6%.
Las bodegas con actividad exterior facturaron en exportación un total de 3.067,3 millones de euros, según esta fuente estadística, con una recuperación del 3,36% y marcando el récord histórico nunca alcanzado. Expresado en términos promedios, cada una de las 4.024 bodegas exportadoras facturó al exterior 762.300 euros.
Una prueba de la consolidación de la cultura exportadora en el modelo vitivinícola español es el incremento constante en la cifra de bodegas con la consideración de “exportadores regulares” (han mantenido su presencia en el exterior en los últimos cuatro años de forma ininterrumpida). En 2022 esta punta de lanza del vino español en el exterior creció un 3,52% (por encima, por tanto, del dato global), hasta la 2.205 (de nuevo, una cifra de récord). Dicho de otro modo, el 55% de las bodegas exportadoras tienen una actividad regular; pero su peso específico queda más revelado si se atiende al dato de que estas firmas constantes en su exportación asumen el 95,4% de la facturación total (2.925,3 M€, +5,07%).
Por valor facturado en el exterior, más de la mitad factura menos de 25.000 euros en exportación. De hecho, el grupo más numeroso (1.124 bodegas, el 28% del total) consigna una facturación exterior en 2022 por debajo de los 5.000 euros. Mientras que, en el lado opuesto, 569 bodegas (cifra que se mantiene estable respecto a 2021) registran un volumen facturado superior a los 500.000 euros. Representan el 14% de la cifra total.
En concreto, 453 firmas facturaron entre 500.000 euros y 5 millones de euros; otras 110 alcanzaron una facturación de entre 5 y 50 M€ y hasta seis bodegas comercializaron vino en el exterior por valor de entre 50 y 250 millones de euros.
Las 116 firmas que superan los 5 millones de euros en el exterior alcanzaron una facturación conjunta de 2.154,4 millones de euros, el 70,2% del total facturado por las bodegas exportadoras españolas en 2022.
La estructura empresarial del vino español hace que esas 569 grandes bodegas sean responsables del 93,64% del total facturado en el exterior.
Como hemos adelantado al inicio, de media, en 2022, cada una de las 4.024 bodegas exportadoras facturó al exterior 762.300 euros. Un promedio que crece un 2,2% respecto a los 745.800 euros de 2021. Hablamos de términos promedios, pues, como acabamos de ver son mayoritarias las bodegas con facturaciones muy por debajo de estas cifras.
El 95,8% de las bodegas exportadoras se aventuró fuera de zona “no euro”, con gran interés por la región de América del Norte, donde tuvo actividad el 45,5% de las bodegas exportadoras en 2022, también Asia parece atractiva para las bodegas (el 41,2% exportó a algún destino asiático). En términos de “rentabilidad” media, el país con una facturación media para las bodegas españolas sigue siendo Alemania, con un promedio de 677.500 euros por bodega; seguido de Francia (567.700 €/bodega) y Rusia (526.000 €/bodegas). En el lado opuesto, en Hungría y Tailandia, con unas medias de 12.600 y 15.100 € por bodega, respectivamente.
FUENTE: SEVI.NET