El valor bruto de la producción de vino y mosto bajó un 20%, hasta casi 1.070 millones de euros en 2023
La primera estimación indica un importante recorte del valor bruto del 20% de la producción en origen de vino y mosto durante el actual ejercicio de 2023 (campaña 2023/24), que queda en apenas 1.069,8 millones de euros, que es uno de los más bajos de los últimos años.
El motivo principal de este importante descenso en la caída del volumen o cantidad de producción de vino y mosto en la campaña actual, que se estima, aún con datos estadísticos aún muy provisionales (septiembre de 2023), en un 20,8% menos, compensado muy parcialmente por unos precios unitarios pagados que apenas mejoran un 0,9%.
Habrá que esperar ya a abril de 2024 para contar con una segunda estimación, mucho más fiable que la primera y que podría incluso reducir aún más el valor de la producción vitivinícola, salvo que los precios unitarios se incrementen algo más que hasta ahora.
Luego en octubre de 2024, se realizará un nuevo cálculo, el tercero, del valor de la producción primaria de vino y mosto del año 2023 (campaña 2023/24), que deberá confirmarse definitivamente con una cuarta revisión un año después, y en esa fecha ya el dato definitivo del año 2022 (campaña 2022/23).
Por tanto, un año más se mantiene el récord histórico alcanzado en 2018, con un valor de 1.616,1 millones de euros, ligeramente por encima del de 2017, con 1.615,1 millones, y el del año 2000, con 1.515,3 millones.
Valores similares, aunque algo superiores a los estimados de 2023 se dieron en los ejercicios de 2002 (1.094,6 M€) y 2015 (1.092,1 M€), pero desde este último año, el valor bruto de la producción en su fase inicial de vino y mosto no había bajado de los 1.100 millones de euros, como se estima ahora.
El cálculo estimado en este primer avance del valor bruto en origen de la producción nacional de vino y mosto en 2023 (campaña 2023/24), que baja nada menos que en 20%, hasta 1.069,8 millones de euros, es el resultado de multiplicar una caída del volumen de producción, estimada en este momento del 20,8% (dato estadístico de septiembre) en relación al año anterior, pero que podría ser todavía mucho mayor, por unos precios de salida origen bodega que se incrementaron solo un 0,9%, que no permitió compensar con esta leve incremento el importante descenso de la última cosecha.
Fase inicial de comercialización
Como ya se ha dicho en anteriores ocasiones, estos datos macroeconómicos del sector contemplan solo el valor bruto inicial a precios básicos y corrientes de la producción de vino y mosto en su fase inicial de comercialización. Es decir, el valor que se obtiene de la producción vitivinícola en su primer proceso de venta, sin descontar costes o gastos de producción, llevado a cabo directamente por las explotaciones agrícolas o por las bodegas, sean cooperativas o no, junto con el valor acumulado desde la cosecha de uva, su entrada en bodega para su transformación y, luego, su primera venta, mayormente a granel y sin mayor valor añadido adicional.
Según esta primera estimación del ejercicio de 2023, el valor bruto de la producción primaria de vino y mosto representó apenas un 1,64% del valor bruto total de la producción de la rama agraria (2,12% e 2022), que habría logrado un récord de 65.081 M€, así como casi un 3% del valor bruto de la producción de la rama vegetal (3,61% en 2022), que se habría elevado a 35.740,5 millones.
En términos globales, la Renta Agraria de 2023 en su primera estimación, habría repuntado un 11,1% respecto al año anterior, hasta lograr un nuevo récord de 31.931,3 M€, debido principalmente a la importante inflación de precios, combinada con un menor gasto que en el pasado año en medios de producción o insumos en la actividad. Y todo ello, a pesar de los descensos de las cantidades de producción en cultivos tan importantes, como cereales, vino, algunos frutales y aceite de oliva (campaña 2022/23).
La Renta Agraria por UTA (Unidad de Trabajo a tiempo completo y año) a precios corrientes habría aumentado aún mucho más, un 16,9%, hasta 39.535,4 €/UTA, debido de nuevo a la reducción en un 5% del número de UTAs (hasta 807.700), mientras que la Renta Agraria real a precios constantes, tras descontar el deflactor del PIB (+5,3%) refleja por ahora un aumento también del 11,1%, hasta los 16.278,8 euros/UTA, un nuevo récord que, de confirmarse en posteriores estimaciones, dejaría atrás el de 2016 (16.224,5 €).
FUENTE: SEVI.NET