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El cambio climático redefine el mapa del vino

Un informe del Financial Times destaca nuevas zonas productoras que ganan protagonismo gracias a la innovación y la adaptación climática.

 

 

El panorama vitivinícola global está experimentando una transformación en 2025, impulsada por el cambio climático, los avances en técnicas de producción y un renovado interés por las variedades autóctonas. Según un informe del Financial Times, varias regiones emergentes están captando la atención de consumidores y expertos por la singularidad de sus vinos. Entre ellas se destacan el Valle del Duero en Portugal, las Islas Canarias y las Azores en la península ibérica, la creciente industria del vino en China, así como países como México y zonas del norte de Europa.

 

Valle del Duero: más allá del Oporto

Tradicionalmente conocido por su emblemático vino de Oporto, el Valle del Duero en Portugal está diversificando su producción hacia vinos blancos y espumosos elaborados con el método tradicional. La influencia del río Duero y la diversidad de suelos han permitido el desarrollo de vinos con una acidez equilibrada y perfiles aromáticos distintivos, que ya están obteniendo reconocimiento internacional pese a las condiciones climáticas desafiantes.

 

Vinos volcánicos de Canarias y Azores

En España, las Islas Canarias se consolidan como un referente para vinos de origen volcánico, especialmente en Tenerife. La combinación de suelos basálticos y variedades autóctonas como Listán Negro y Listán Blanco da lugar a vinos con una marcada mineralidad y una expresión única del terroir. Por su parte, en las Azores, la isla de Pico ha emergido como un enclave destacado para la producción de vinos blancos secos, influenciados por su entorno volcánico y la proximidad al Atlántico, lo que aporta frescura y complejidad a sus perfiles aromáticos.

 

Aragón: el resurgir de la Garnacha

Dentro de España, Aragón se perfila como una región en ascenso, gracias a la producción de vinos elaborados a partir de viñas viejas de Garnacha. Las condiciones climáticas extremas y los suelos pobres contribuyen a rendimientos bajos por hectárea, lo que resulta en vinos concentrados, de gran profundidad y estructura. Estos caldos han encontrado un nicho en el mercado internacional, destacándose por su carácter distintivo.

 

Creta: tradición e innovación en Grecia

En el Mediterráneo, la isla de Creta se está posicionando como un territorio clave para la producción de vinos autóctonos. Variedades locales como Vidiano y Vilana están ganando protagonismo por su capacidad para producir vinos blancos frescos, con buena acidez y un perfil aromático vibrante. La apuesta por técnicas de vinificación sostenibles ha mejorado significativamente la calidad de sus vinos, consolidando su presencia en los mercados internacionales.

 

Nuevas fronteras del vino

El informe también destaca el crecimiento de la industria vinícola en China, donde la innovación tecnológica y la inversión en viticultura están dando lugar a vinos competitivos a nivel global. Asimismo, México y las regiones del norte de Europa están consolidando su producción, ofreciendo vinos con características únicas que reflejan la diversidad de sus climas y suelos.

Este panorama refleja cómo la vitivinicultura global está en constante evolución, adaptándose a los desafíos ambientales y explorando nuevas fronteras para satisfacer a un mercado cada vez más diverso y exigente.

 

 

FUENTE: VINETUR.COM

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