Fue en el marco de la reciente convención organizada por Yentzen Group, el Comité de Uvas de Frutas de Chile y la Asociación de Productores de Uva de Mesa de Perú (Provid).
En su intervención, el presidente de Provid fue enfático al subrayar que, aunque la colaboración entre Chile y Perú aún está en sus inicios, ya se vislumbra un futuro prometedor. “Desde Provid seguiremos colaborando conjuntamente para encontrar la sostenibilidad que nuestra industria necesita; esto es recién el inicio, hay mucho aún por descubrir y por poner en valor”, señaló. Asimismo, enfatizó que en esta convención se reunieron representantes clave de la industria vitivinícola del hemisferio sur, todos con un objetivo común: mejorar las prácticas y los resultados en el mercado global. “Jugamos en la misma cancha y jugamos en el mismo momento”, comentó.
El trabajo conjunto entre Chile y Perú, según el presidente de Provid, no solo podría mejorar la calidad y la condición de arribo de las uvas, sino que también podría generar ahorros significativos en el presupuesto, un aspecto crucial en la búsqueda de sostenibilidad. “Antiguamente pensábamos que nuestros vecinos eran nuestros competidores, y fuimos aprendiendo que, mientras mejor les iba a nuestros vecinos, mejor nos iba a ir a nosotros, porque la calidad de la uva y la condición de arribo era buena, y al llegar con buena fruta, los precios se mantenían”, reflexionó.
El análisis del trabajo colaborativo se extendió al calendario de cosechas, donde el presidente de Provid expuso que, mientras Perú inicia la campaña en la semana 34 y llega hasta la 14, Chile comienza en la semana 45 y continúa hasta la 17. Este desfasaje en las temporadas permite una cobertura más amplia en el mercado internacional, especialmente en Estados Unidos, el principal destino de las uvas peruanas.
El discurso también abordó la importancia de la sostenibilidad en la industria de la uva, un tema central para Provid. El presidente subrayó la necesidad de aumentar la rentabilidad, educar a la población sobre el valor generado por la industria, y transparentar el uso del agua, entre otros desafíos. Además, hizo un llamado a los productores para pensar en el largo plazo y trabajar en la promoción conjunta en los mercados de interés, a fin de aplanar los picos de demanda que afectan negativamente la cadena de suministro.
Respecto a la situación actual de Perú, destacó el incremento en hectáreas cultivadas, que pasó de 22.174 a 22.343, con un 75% de variedades patentadas. Sin embargo, se mostró cauteloso sobre las proyecciones de producción para la temporada, estimando entre 72 y 77 millones de cajas, pero advirtiendo sobre la incertidumbre debido a posibles eventos climáticos.
Finalmente, el presidente de Provid expresó su optimismo respecto al futuro de la industria, señalando que “Chile va a tener un repunte con las nuevas variedades, y ojalá que lo tenga por el bien de los países”. Reiteró la importancia de encontrar un equilibrio que asegure la rentabilidad a todos los actores de la cadena, desde los trabajadores hasta el Estado.
La convención, que reunió a 1.050 asistentes y 60 empresas exhibidoras, subrayó la relevancia de la colaboración regional en un sector cada vez más globalizado, donde la sostenibilidad y la innovación son claves para el éxito a largo plazo.