
Cae el consumo de vino, pero crecen las opciones premium y sin alcohol.
Mientras la producción mundial de vino alcanza su nivel más bajo desde 1961, la demanda se inclina hacia productos orgánicos, naranjas y sin alcohol.
El consumo de vino está atravesando una transformación significativa. A medida que las ventas globales continúan en descenso, la industria vitivinícola busca adaptarse a las nuevas preferencias de los consumidores, quienes optan cada vez más por vinos orgánicos, naranjas, de alta gama y sin alcohol.
Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) , en 2023 la producción mundial cayó alrededor de un 2% , marcando su nivel más bajo desde 1961. Factores climáticos adversos, particularmente en Francia , han impactado el suministro global. Paralelamente, el consumo también ha disminuido: en 2023 se registró una caída del 2,6% en comparación con el año anterior, continuando con una tendencia descendente que ya llevaba varios años.
Un cambio en los hábitos de consumo.
El mercado está experimentando una transformación de la manera en que las personas eligen y disfrutan el vino. Tatiana Fokina, directora ejecutiva de Hedonism Wines , explica que los consumidores están más educados y buscan productos más complejos y de mayor calidad, en lugar de opciones más económicas y convencionales.
Richard Halstead, director de operaciones de la firma de investigación IWSR , señala que este comportamiento se debe a una tendencia generalizada a reducir el consumo de alcohol. “Bebidas como el coñac y el whisky se han reservado para ocasiones especiales, mientras que el vino y la cerveza, que solían consumirse a diario, están sintiendo el impacto de este cambio”, afirmó.
El auge de los vinos orgánicos, naranjas y sin alcohol
La industria vitivinícola ha comenzado a responder a esta transformación con nuevas propuestas . La demanda de vinos naturales, orgánicos, naranjas y de baja intervención ha crecido, impulsada por un interés en productos más artesanales y sostenibles.
Un informe de la consultora Horizon proyecta que el mercado de vinos orgánicos experimentará una tasa de crecimiento anual del 10,3% entre 2024 y 2030 , con Europa liderando en ingresos. El vino naranja, elaborado con un método que deja las pieles en contacto con el mosto por más tiempo, también ha registrado un crecimiento sostenido.
Por otro lado, los vinos sin alcohol y de bajo contenido alcohólico han encontrado su nicho entre las generaciones más jóvenes. Un estudio de Mintel revela que la Generación Z representa el 45% de los consumidores de este segmento, priorizando su bienestar y reduciendo el consumo de bebidas alcohólicas en comparación con generaciones anteriores.
Un futuro incierto, pero con nuevas oportunidades
Ante esta transformación en el consumo, la industria del vino enfrenta el desafío de reinventarse. Con una producción en descenso y un cambio en los hábitos de los consumidores, los productores buscan adaptarse con propuestas innovadoras que mantengan el interés en el vino y respondan a las demandas de un mercado en constante evolución.
FUENTE: VINETUR.COM