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Sudáfrica y el vino: una historia más antigua de lo que parece
Con suelos vitícolas entre los más antiguos del mundo y una tradición que se remonta al siglo XVII, los vinos sudafricanos rompen con la etiqueta de “Nuevo Mundo”.
Para Juancho Asenjo , divulgador de vinos, escritor y docente, Sudáfrica es “el mal llamado Nuevo Mundo” en materia vitivinícola. Durante su reciente visita a Bilbao, invitado por la Asociación de Sumilleres de Bizkaia , insistió en que la clasificación de sus vinos como parte del “Nuevo Mundo” es errónea, ya que la historia vitivinícola del país se remonta a más de 350 años .
Orígenes geológicos y primeras viñas
El vino sudafricano no solo tiene raíces históricas, sino también geológicas . Según Asenjo, los suelos donde se cultivan las vides en Sudáfrica son de los más antiguos del planeta , formados en los primeros periodos de la Tierra. “Son tierras del Cámbrico erosionado , con granito, esquistos y llanuras aluviales , lo que les otorga características únicas”, explica. En las regiones vitivinícolas de Stellenbosch y Paarl , por ejemplo, predominan sedimentos arcillosos del Proterozoico tardío , con masas de granito de más de 500 millones de años .
En cuanto a la historia de su viticultura, las primeras vides se plantaron entre 1655 y 1659 , contemporáneas a la desecación del Médoc bordelés en Francia . Desde entonces, la producción sudafricana ha evolucionado con variedades traídas de Europa, aunque con interrupciones significativas en su comercialización.
El vino sudafricano y su reaparición en el mercado internacional
Uno de los vinos más icónicos de Sudáfrica, el Groot Constantia , data de 1774 y ha sido reconocido con premios internacionales a lo largo de los siglos. Incluso Napoleón Bonaparte , durante su exilio en la isla de Elba, tenía en su bodega una selección de estos vinos.
Sin embargo, la industria vinícola sudafricana quedó aislada del comercio internacional durante casi 50 años , debido al régimen del Apartheid . Las sanciones impuestas al país bloquean las exportaciones, dejando a Sudáfrica fuera del mapa mundial del vino. No fue hasta la llegada de Nelson Mandela a la presidencia, en 1994 , que el sector pudo reabrirse al mundo . Actualmente, el 80% de su producción se exporta .
Una industria sin subsidios estatales
Hoy en día, el sector vitivinícola sudafricano opera sin apoyo gubernamental , algo poco común en la industria global del vino. Según Asenjo, todas las bodegas son empresas privadas , muchas de ellas con capital extranjero , lo que les otorga independencia en la toma de decisiones.
Además, el enoturismo está altamente desarrollado y ha permitido la incorporación de personas negras al sector, aunque todavía no como propietarias de bodegas. “Cada vez hay más sumilleres y profesionales en el área”, destaca el experto.
Diversidad en un territorio limitado
A pesar de la enorme extensión territorial de Sudáfrica, la vitivinicultura se concentra en el sur , en la región de Western Cape , donde existen 93.000 hectáreas de viñedos repartidas en 542 bodegas . Factores como el clima extremo, los desiertos y las altas temperaturas impiden la expansión del cultivo a otras zonas del país.
“Sudáfrica es realmente una nación arcoíris del vino , con una diversidad de suelos, climas y estilos de elaboración que la convierten en una de las regiones más interesantes del mundo”, concluye Asenjo.
FUENTE: ELCORREO.COM