Después de que en 2023 Australia registrara la cosecha más escasa en más de 20 años, la vendimia de 2024 aumentó un 9%, pero siguió estando muy por debajo de la media de los últimos 10 años.
Wine Australia recoge en su reciente informe nacional de vendimia, que la cosecha de uva de vinificación de 2024 ha sido de 1,43 millones de toneladas, 112.390 toneladas más que la cosecha de 1,31 millones de toneladas de 2023, y muy similar a la cosecha de 2007, afectada por la sequía (también fue entonces de 1,43 millones de toneladas).
Por tanto, pese a la recuperación productiva, la vendimia de 2024 es un 18% inferior a la media decenal de 1,73 millones de toneladas de uva para vino, y la tercera cosecha de los últimos 5 años que se sitúa por debajo de ese promedio. A pesar de la cosecha récord de 2021, la media quinquenal (2019-2023) es ahora de 1,66 millones de toneladas, lo que muestra una tendencia general a la baja en sus producciones.
Por regiones, South Australia (SA) representó la mayor parte de las uvas vendimiadas, con un 49% del total, disminuyó un 4% y perdió 6 puntos porcentuales de cuota en favor de las demás regiones. Todos los demás estados aumentaron su producción, excepto Western Australia Occidental (-10%). Tasmania procesó un récord de 16.702 toneladas.
La producción de variedades tintas en 2024 disminuyó un 1%, hasta 705.489 toneladas. Esta cifra es un 24% inferior a la media de 10 años y la menor producción de variedades tintas en Australia desde 2007. Por su parte, la vendimia de blancas aumentó un 19%, hasta las 721.519 toneladas, pero sigue siendo un 10% inferior a la media decenal de 804.854 toneladas y la segunda más baja desde 2007. Esta tendencia ha hecho que, por primera vez desde 2014, las blancas tengan más peso (51%) que las tintas (49%) en el total vendimiado. La Chardonnay fue la variedad más vendida, con 332.643 toneladas, y superó a Shiraz (que venía siendo la primera desde 2013). Precisamente, la producción de Shiraz disminuyó un 14% hasta las 297.868 toneladas, su menor volumen desde 2007 y un 31% por debajo de su media decenal
A nivel sectorial, los elevados niveles de existencias nacionales, el continuo descenso de las exportaciones y la tendencia a la baja del consumo de vino en todo el mundo ejercieron una importante presión sobre las bodegas mientras esperaban la vendimia de 2024. En general, la situación de los tintos ha sido mucho peor que la de los blancos.