
Las cotorras se expanden y amenazan cultivos y ecosistemas locales
El número de ejemplares de esta especie exótica invasora se ha disparado en las últimas décadas. Ya supera los 16.000 en Catalunya y empieza a causar daños en viñedos, frutales y huertas. Expertos reclaman un plan urgente de gestión y erradicación.
La cotorra argentina (Myiopsitta monachus), una especie exótica originaria de América del Sur, está experimentando una expansión sin precedentes en Catalunya. Lo que comenzó como una presencia testimonial en Barcelona en los años 80, hoy se ha transformado en un problema ecológico y productivo: solo en la capital catalana se contabilizan más de 5.500 ejemplares, y el censo total en el territorio catalán supera los 16.000 individuos.
Este crecimiento descontrolado ha llevado a la especie a salir del entorno urbano y adentrarse en zonas agrícolas, donde ya se reportan daños en cultivos de viña, frutales y huertas, especialmente en comarcas como el Baix Llobregat, el Baix Penedès y el Alt Empordà.
Advertencia de entidades agrarias y científicas
La Institució Catalana d’Estudis Agraris (ICEA) y la Fundació Agrícola Catalana alertaron recientemente sobre los riesgos tanto ecológicos como económicos que representa la proliferación de especies exóticas como la cotorra argentina. En una jornada técnica conjunta, reclamaron una respuesta coordinada y preventiva por parte de las autoridades catalanas.
El biólogo Jordi Baucells, uno de los ponentes del encuentro, calificó a la cotorra como “un caso paradigmático” de cómo una especie no autóctona puede adaptarse y alterar el equilibrio ecológico urbano en apenas unas décadas. “Las actuaciones de gestión ya llegan tarde. Vamos diez años tarde”, afirmó con preocupación.
Daños y expansión territorial
Según Baucells, los mayores daños económicos se registran en el Parc Agrari del Baix Llobregat, donde anualmente se realizan acciones de caza controlada para reducir la población. No obstante, ya se están detectando afectaciones en viñedos del Baix Penedès y frutales del Alt Empordà, lo que sugiere una expansión territorial progresiva hacia zonas rurales y agrícolas.
La especie se encuentra presente en toda el área metropolitana de Barcelona y avanza hacia Tarragona, el Empordà y, aunque con menor velocidad, hacia la Catalunya interior. Además de competir con aves autóctonas como urracas y estorninos, la cotorra argentina daña el arbolado urbano al construir nidos masivos en espacios verdes públicos y privados.
Llamado a un plan de acción urgente
La legislación vigente en materia de biodiversidad considera a la cotorra argentina como especie invasora, lo que obliga a las administraciones a desarrollar e implementar un plan de gestión y erradicación. Sin embargo, los expertos advierten que el tiempo apremia.
“El gran problema es la proliferación de nidos en fincas privadas, como en Sant Cugat o Sabadell, donde las autorizaciones y los costes de gestión son más complejos”, explicó Baucells. Desde su perspectiva, si no se actúa pronto, las consecuencias serán mayores tanto para la biodiversidad como para la economía agrícola de la región.
FUENTE: WWW.LAVANGUARDIA.COM