
La OIV advierte sobre la caída histórica en la producción mundial de vino
El organismo internacional presentó las cifras del sector vitivinícola en 2024: se redujo la superficie de viñedos, bajó la producción y el consumo alcanzó su nivel más bajo desde 1961.
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) presentó este jueves 15 de abril, en una rueda de prensa virtual, su informe anual sobre el estado del sector vitivinícola global. El documento abarca datos de producción, consumo y comercio correspondientes al año 2024, recopilados en más de 180 países productores y consumidores.
Durante la presentación, el director general de la OIV, John Barker, subrayó la necesidad de cooperación internacional y de una rápida adaptación frente a los desafíos que atraviesa la vitivinicultura. Uno de los datos más relevantes fue la caída de la superficie mundial de viñedo, que se redujo un 0,6 % respecto al año anterior, alcanzando los 7,1 millones de hectáreas. Si bien se confirma una tendencia descendente sostenida desde hace cuatro años, el ritmo de disminución fue más moderado. La principal causa sigue siendo el arranque de viñas en regiones tradicionales, aunque algunos países han comenzado a expandir sus áreas plantadas.
La producción mundial de vino durante 2024 se estimó en 226 millones de hectolitros, lo que representa una disminución del 5 % en comparación con 2023. Se trata del volumen más bajo registrado en más de sesenta años, como consecuencia directa de fenómenos climáticos extremos e imprevisibles asociados al cambio climático, tanto en el hemisferio norte como en el sur.
En cuanto al consumo, la OIV estima que se ubicó en 214 millones de hectolitros, un 3,3 % menos que el año anterior. De confirmarse este dato, sería el nivel más bajo desde 1961. La organización atribuye esta caída a la incertidumbre económica global, la inflación y los cambios culturales en los hábitos de consumo, particularmente entre las generaciones más jóvenes en mercados maduros. No obstante, destaca que el vino está presente hoy en 195 países y que aún existen oportunidades de crecimiento en mercados con gran población y consumo general elevado.
A pesar del retroceso en producción y consumo, la OIV considera que el equilibrio entre oferta y demanda se mantendrá durante el año, debido a la cosecha limitada por segundo año consecutivo. Sin embargo, advierte que los niveles de existencias seguirán siendo desiguales según las regiones.
Respecto al comercio internacional, las exportaciones se mantuvieron estables con un volumen total de 99,8 millones de hectolitros. El valor total exportado alcanzó los 36 mil millones de euros, una leve baja del 0,3 % respecto a 2023. Aun así, el precio medio por litro exportado se situó en 3,60 euros, cifra elevada en comparación con los niveles prepandemia. La inflación y la menor disponibilidad de vino han sostenido estos valores.
Durante su intervención, Barker hizo hincapié en la necesidad de transformar el modelo productivo, adaptarlo al nuevo contexto climático y comprender mejor a los consumidores emergentes. Además, remarcó la importancia de fortalecer el comercio internacional y la colaboración entre países como herramientas clave para el futuro del sector.
La OIV reúne actualmente a 51 Estados miembros y cumple un rol técnico y científico en la recopilación de información vitivinícola a nivel mundial. Su labor se orienta a fomentar la armonización normativa y promover el intercambio de conocimientos entre naciones productoras y consumidoras.
Fuente: www.vinetur.com