La compra italiana de vino español cae un 59% en el primer trimestre
Según los últimos datos de comercio exterior vitivinícola italiano manejados por Ismea y analizados por SeVi, en el acumulado al primer trimestre de 2023 (enero-marzo), las compras de los operadores italianos de vino español cayeron un 59,3% respecto al mismo periodo de 2022.
De este modo, quedaron en un volumen de 191.113 hectolitros; que supusieron un valor de 11,98 millones de euros (-48,7%). De este modo, al cierre de los tres primeros meses de 2023, el precio medio del vino español adquirido por los operadores italianos quedó en 0,63 euros por litro.
En este mismo periodo, la importación de vino foráneo desde Italia experimentó retrocesos importantes en volumen (-51,8%), pero con incrementos en valor del orden del 10%. España se mantiene como principal proveedor en litros, con una cuota de mercado del 64%, mientras que Francia lidera la clasificación en valor, con una cuota que roza el 80% (frente al 10,4% de “pastel económico” que le corresponde a España).
Por el contrario, del lado exportador, se cerró un primer trimestre complicado para las ventas italianas de vino al extranjero, con un volumen plano (+0,1%) y un comportamiento tendencial en valor del +3,8% (1.772 millones de euros). El Observatorio UIV-Ismea-Vinitaly destaca que, en este periodo, los volúmenes comercializados se mantienen a flote gracias a la “hazaña de las ventas de vino a granel (+13,4%)” (que, sin embargo, registran una fuerte caída de sus precios, del -9,2%) y de los vinos sin D.O.P./I.G.P. ni mención varietal, con un +12,8%.
Sufrieron, de nuevo en términos de volúmenes, los productos estrella, empezando por los vinos tranquilos con D.O.P. embotellados, que cayeron un -5,3% (+2,5% en valor), con los tintos en -6,6%. También bajaron los vinos I.G.P. (-2,5%), donde el crecimiento de los blancos (+8,3%) no bastó para compensar la pérdida de los tintos (-7,5%) y donde el signo rojo también es evidente en los valores. Entre las tipologías, se confirma el difícil comienzo de año para los espumosos (-3,2% en volumen y +7,3% en valor), debido a la contracción de los volúmenes exportados de Prosecco (-5,5%), mientras que prosigue la buena racha para el Asti Spumante (+9,1%) y los espumosos comunes (+4,4%).
En cuanto a los mercados de destino, el comunitario creció en volumen (+7,3%) y el extracomunitario se contrajo (-7,7%); entre los principales compradores, Estados Unidos se mantuvo en terreno positivo (+0,4% en volumen, +10,8% en valor), mientras que Alemania creció (+6,2% en volumen y +5,6% en valor), gracias al granel, mientras que el Reino Unido perdió un 13,5% (-7% en valor). Hubo contracción, en volumen, en mercados de salida y emergentes como Canadá (-24%), Suiza (-8,4%) y Japón (-22,9%), y el mercado chino confirmó su caída libre (-43,7%). Los pedidos procedentes de Rusia crecen a gran ritmo: +33,0%.
Al respecto, Fabio del Bravo, jefe de la Dirección de Servicios de Desarrollo Rural de Ismea, señaló que la exportación italiana está “lejos de las tasas de crecimiento a las que el sector nos tenía acostumbrados en los últimos años. También complican el panorama la evidente ralentización de las ventas a la distribución en el mercado nacional y los casi 53 millones de hectolitros de vino almacenados como existencias, que, aunque por debajo de los valores récord de los últimos meses, aumentan más de un 4% respecto al año pasado”.
FUENTE: SEVI.NET