La oficina estadística del Ministerio de Agricultura francés, ha vuelto a incrementar su estimación de producción vitivinícola fruto de la vendimia 2023.

 

 

Con datos actualizados hasta el 1 de octubre, la previsión es que se superen ya los 46 millones de hectolitros, en línea con la producción obtenida en 2022 y, por tanto, un 3% por encima de la media del último lustro. Francia se confirma cada día más, como el principal productor de vino en esta desafiante vendimia 2023.

A finales de septiembre, la vendimia estaba prácticamente concluida en todas las regiones productoras francesas. Tal y como destaca Agreste, a pesar de que en términos globales con esta nueva estimación la diferencia con la campaña anterior es prácticamente nula, sí que hay mucho dinamismo según la categoría de vinos.

 

 

Así, por ejemplo, se espera que la vendimia de vinos para aguardientes aumente un 17% interanual y un 25% en comparación con la media 2018-2022, superando, incluso, el récord alcanzado en 2020. Por otro lado, se prevé que la producción de vinos con I.G.P. descienda un 11% y un 8%, respectivamente. Mientras que la producción de vino con A.O.P. se prevé relativamente estable: -2% interanual y -1% en comparación con la media quinquenal.

Con estas variaciones, la categoría predominante será la de vinos con A.O.P. (19,23 Mhl), seguida de vinos para aguardientes (12,1 Mhl), vinos para I.G.P. (11,35 millones de hectolitros) y, por último, la categoría de otros vinos, que debería cerrar la vendimia 2023 con una producción de 3,3 Mhl, si se cumplen las previsiones.

La principal región en términos de producción será, lógico al ver la progresión de vinos para aguardientes, la de Charentes, donde se esperan 12,3 millones de hectolitros (+18%). A continuación, el Languedoc-Roussillon, donde se prevé un volumen de cosecha de 10,7 Mhl, con una merma severa del 15%, impulsada por las olas de calor estivales, la sequía y focos de mildiu. Por su parte, en el Sud-Est, con 5,2 Mhl previstos (-3%), al calor se unió el mildiu y tormentas acompañadas de granizo.

En la región del Bordelais, la producción debería menguar un 8% respecto a 2022 (-16% respecto a la media reciente) y quedar en 4,1 Mhl, con un volumen “correcto” de blancos, mientras que los tintos muestran mayor variabilidad según las zonas, como consecuencia de los brotes de mildiu.

En Champagne se prevé estabilidad en su producción (3,1 Mhl) respecto al año pasado, lo que supone una vendimia elevada (+24% en comparación a la media quinquenal). Hubo algún punto de botrytis que hubo que controlar en mesa de selección y en campo.

Rozando los 3 Mhl se encuentra el Val de Loire, con un importante incremento en su producción (+21% interanual esperado), a pesar de la presión de la botrytis.

Otros 2,8 Mhl debería aportar la región de Bourgogne-Beaujolais, donde se espera una recuperación del 12%. En Bourgogne, la botrytis causó daños limitados y se espera una buena producción, especialmente en blancos. Por su parte en el Beaujolais, las últimas lluvias han mitigado los efectos de las elevadas temperaturas.

El Sud-Ouest, por su parte, la sequía y las temperaturas tórridas del final del verano, sumados al mildiu, el oídio y el granizo de los meses anteriores, han provocado un fuerte descenso de la producción en comparación con el año pasado y la media quinquenal (-11% y -22% respectivamente). Se esperan 2,6 Mhl.

Con volúmenes mucho menores figuran Alsacia, Savoie, Jura (con una gran recuperación de producción) y Córcega.

 

FUENTE: SEVI.NET