Empresas aceleran importaciones para evitar posibles aumentos de aranceles
Importadores estadounidenses aceleran operaciones ante posibles aranceles de Trump, mientras expertos advierten sobre impactos económicos y laborales.
Las compañías estadounidenses que dependen de importaciones desde China se apresuran a adaptarse ante la incertidumbre generada por posibles aranceles y políticas comerciales más estrictas, que podrían impactar la economía y los principales puertos del país.
Un caso ejemplar es el de Jimmy Zollo, fundador de la marca de ropa adaptada Joe & Bella, quien realizó un pedido urgente de 5.000 camisas a su proveedor en Guangzhou en previsión de que Donald Trump, entonces candidato presidencial, ganara las elecciones. “Tomamos esta medida como precaución para proteger nuestro negocio”, explicó.
Puertos saturados y aumento en el comercio
Ante la posibilidad de nuevas escaladas arancelarias, el complejo portuario de Los Ángeles-Long Beach, el más grande de Estados Unidos, ha registrado un notable aumento en el volumen de importaciones provenientes de China. Los importadores buscan anticiparse a las políticas comerciales de Trump, quien asumirá la presidencia el próximo 20 de enero.
“El sector se ha estado preparando durante algún tiempo, pero la incertidumbre sigue siendo una preocupación para todos”, señaló Gene Seroka, director ejecutivo del Puerto de Los Ángeles. En octubre, el puerto procesó más de 905.000 contenedores, un incremento del 25% respecto al mismo mes de 2023. Seroka afirmó que los niveles actuales colocan al puerto en camino de manejar 10 millones de contenedores este año, un hito alcanzado solo en una ocasión en sus 116 años de historia.
El ejecutivo atribuye el aumento a las medidas de previsión adoptadas por minoristas y fabricantes, quienes están adelantando pedidos y acumulando inventarios para protegerse de posibles aranceles.
El impacto de los aranceles en la economía
Trump ha anunciado aranceles del 25% a todas las importaciones de Canadá y México, además de tasas de hasta el 200% para automóviles fabricados en México, 60% para productos chinos y 10% para bienes de otros países. Sin embargo, economistas advierten que estas medidas podrían tener consecuencias adversas: aumentar los costos para los consumidores, reducir empleos e incluso desacelerar la economía estadounidense.
Una encuesta de Bloomberg revela que las exportaciones chinas podrían crecer un 7% en el último trimestre de 2024, impulsadas por pedidos anticipados de importadores estadounidenses. Esto marcaría un aumento respecto al 5% registrado en octubre y llevaría las exportaciones totales del año a 3,5 billones de dólares, acercándose al récord de 2022.
En Estados Unidos, la Federación Nacional de Retail revisó al alza su pronóstico de volúmenes de importación, estimando un aumento del 14% interanual para noviembre, frente a la proyección inicial del 1% realizada antes de las elecciones.
¿Reshoring a qué costo?
El enfoque de Trump en el “reshoring” —el regreso de la producción a suelo estadounidense— podría remodelar el panorama comercial global. “Estas políticas no solo reducirán las importaciones, sino también las exportaciones, lo que podría amenazar casi un millón de empleos relacionados con el puerto”, advirtió Seroka.
Mary Lovely, investigadora del Instituto Peterson de Economía Internacional, señaló que la política de reshoring podría tener efectos colaterales negativos en la industria manufacturera de EE.UU., que depende de insumos importados de China para producir bienes terminados. “Estas medidas perjudican a nuestros exportadores y podrían tener un impacto significativo en empleos a nivel nacional”, explicó.
Con el comercio global en un momento de inflexión, expertos coinciden en que las políticas comerciales de Trump tendrán implicaciones a largo plazo no solo para los puertos estadounidenses, sino para la economía en su conjunto.
FUENTE: MUNDOMARITIMO.CL