El país sudamericano impulsa un modelo innovador basado en tecnología avanzada, investigación colaborativa y prácticas responsables para enfrentar los desafíos climáticos y mejorar la calidad del vino.
Chile continúa afianzando su liderazgo en la implementación de viticultura de precisión y sostenibilidad dentro de la industria vitivinícola. A través de la integración de tecnologías avanzadas y estrategias responsables, el sector busca optimizar la producción, mejorar la calidad del vino y mitigar los efectos del cambio climático y la escasez de recursos hídricos.
Viticultura de precisión: tecnología aplicada al viñedo
Un ejemplo clave de esta transformación es la creación de la Red Nacional de Viticultura de Precisión, un consorcio que reúne a universidades, centros de investigación y viñas para impulsar el desarrollo tecnológico en el sector. Entre sus principales objetivos se encuentran:
- Optimización del uso de agua y nutrientes mediante tecnologías avanzadas.
- Monitoreo en tiempo real con sistemas de posicionamiento global (GPS), sensores y drones.
- Zonificación precisa de viñedos, permitiendo un manejo diferenciado y maximizando la calidad del vino.
Uno de los proyectos más destacados es el “Terroir Digital”, que segmenta los viñedos con el fin de identificar zonas óptimas para cosechas diferenciadas y potenciar el valor del producto final.
Innovación tecnológica: inteligencia artificial y riego inteligente
La incorporación de inteligencia artificial y modelos predictivos está transformando la toma de decisiones en el sector. Empresas como Concha y Toro han implementado sistemas de riego inteligente en 900 hectáreas, logrando un ahorro del 18% en consumo de agua.
Además, el uso de sensores y drones permite monitorear variables clave como la humedad, temperatura y estrés hídrico, generando imágenes multiespectrales que facilitan el control del vigor y la salud del cultivo.
Investigación y sostenibilidad en toda la cadena de valor
Instituciones como la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Talca lideran estudios sobre viticultura de precisión, con iniciativas como:
- Capacitación en nuevas tecnologías para trabajadores del sector.
- Investigaciones sobre cosechas diferenciadas, optimizando rendimiento y calidad del vino.
En materia de sostenibilidad, Chile ha adoptado estrategias clave para reducir su impacto ambiental, como la gestión eficiente del agua y la implementación del Código Nacional Estándar Voluntario, que promueve prácticas responsables en el sector.
En paralelo, ha crecido la producción de vinos sostenibles, caracterizados por un enfoque de mínima intervención, sin aditivos ni agrotóxicos, con fermentación espontánea y el uso de levaduras autóctonas.
Economía circular y competitividad internacional
El sector vitivinícola chileno también avanza hacia un modelo de economía circular, con iniciativas como:
- Reutilización de residuos del proceso vitivinícola como compost o biomasa.
- Optimización energética, incorporando fuentes renovables como solar y biomasa.
Este enfoque no solo fortalece la sostenibilidad ambiental, sino que también mejora la competitividad de los vinos chilenos en mercados internacionales. La segmentación precisa de los viñedos permite producir vinos premium con mayor valor agregado, mientras que la colaboración entre instituciones públicas y privadas impulsa inversiones estratégicas para hacer frente al cambio climático.
Chile se posiciona así como referente global en vitivinicultura responsable, consolidando un modelo innovador basado en tecnología avanzada, investigación colaborativa y prácticas sostenibles que garantizan la producción de vinos de alta calidad con un fuerte compromiso ambiental.
FUENTE: VINETUR.COM