La cosecha de uva en Argentina creció un 31,9% en 2024, impulsando la producción de vino en un 23%, aunque las ventas internas muestran un leve declive, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura.
En 2024, la cosecha de uva en Argentina alcanzó los 19,2 millones de quintales, un aumento del 31,9% respecto a 2023, lo que representa 4.636.623 quintales adicionales. A pesar de estar un 7,8% por debajo del promedio de la última década, este volumen permitió un crecimiento notable en la producción de vino y mosto, así como en la disponibilidad de uvas para consumo en estado natural.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el 98% de la cosecha, unos 18.798.000 quintales, se destina a bodegas y fábricas de mosto, mientras que el 2% restante se dirige a la producción de pasas y uva de colina baja. Las variedades más producidas fueron el Malbec, que representa el 21% del total, y la Cereza, con un 17,5%, demostrando el equilibrio entre una variedad insignia y otra de alta productividad. Bonarda y Criolla Grande también figuran en el ranking, con un 9,2% y 8,6%, respectivamente.
Nuevas cifras y un contexto desafiante
Este año, la industria vitivinícola sumó 875 establecimientos activos, 19 más que en 2023, que elaboraron una producción total de 10.868.843 hectolitros de vino, en su mayoría tintos (68.1%), seguidos por blancos (28.5%) y rosados (3.3%). Aunque el sector experimenta una mejora en las exportaciones, la comercialización en el mercado interno sufrió un ligero retroceso en septiembre, con una baja del 1% respecto a agosto, reflejando un contexto de consumo local que sigue en declive.
¿Dónde se produjeron las uvas?
El 71% del total de uva se cosechó en Mendoza, 23,1% en San Juan y el restante 5,9% en 13 provincias. Las variedades con mayor producción en el año 2024 fueron: Malbec (21%) y Cereza (17,5%). En tercer lugar se ubica Bonarda (9,2%), y en cuarto lugar Criolla Grande (8,6%).
