La provincia vitivinícola de Mendoza, ejecuta un plan de control de plagas que ya ha cubierto 50.000 de las 80.000 hectáreas proyectadas, protegiendo la producción de uvas.
En un esfuerzo por proteger la producción vitivinícola y prevenir pérdidas económicas, el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen) ha informado avances significativos en su campaña contra la polilla de la vid. El operativo de control, que comenzó el pasado 10 de octubre, abarca actualmente 50.000 hectáreas y se prevé que llegue a las 80.000 para el 10 de noviembre en las zonas Norte y Este de la región.
El plan se ejecuta mediante aeroaplicaciones de feromonas pulverizables, técnicas de confusión sexual (TCS) y el uso de insecticidas de bajo impacto ambiental, en un enfoque diseñado para minimizar el daño al ecosistema.
La iniciativa cuenta con el respaldo de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de Mendoza y se complementa con la distribución de difusores de feromonas y alertas de aplicación para un manejo integral de la plaga. Iniciado en 2016, este programa de control basado en la Ley Nacional 27227 y la Ley Provincial 9076 ha logrado mantener a la polilla de la vid por debajo del umbral de daño económico, promoviendo así un desarrollo sustentable de la vitivinicultura en Mendoza.