ASAJA reclama un paquete de medidas para enfrentar el desequilibrio entre oferta y demanda, los precios bajos y el estancamiento del mercado del vino.
Tras la última vendimia, la sectorial vitivinícola de Asaja ha analizado la situación del sector, marcada por una campaña con un incremento de producción del 17% respecto al año anterior, lo que ha profundizado el desequilibrio entre oferta y demanda. Los precios para el productor siguen por debajo de los costos de producción, especialmente en los vinos tintos, cuya demanda se encuentra estancada tanto a nivel nacional como internacional.
Esta situación, que lleva cinco campañas consecutivas afectando a los viticultores, está provocando graves repercusiones en la rentabilidad de las explotaciones, generando un creciente desánimo y fomentando el abandono de la actividad por parte de muchos productores. Ante esta realidad, Asaja considera “urgente y prioritario” que el Ministerio de Agricultura intervenga con un paquete de medidas para salvar al sector.
Desde hace más de un mes, Asaja ha solicitado una reunión con el ministro de Agricultura, Luis Planas, para abordar esta problemática. La organización propone medidas enfocadas en limitar el potencial productivo para equilibrarlo con la demanda y proteger a los productores. Una de las propuestas centrales es implementar una ayuda financiera para el arranque de viñedos, sea temporal o definitivo, siguiendo el modelo ya adoptado en Francia, que recientemente aprobó un programa similar.
Asaja también insta al ministro a defensor ante la Comisión Europea una moratoria en las nuevas autorizaciones de plantación durante los años 2025, 2026 y 2027. Esta pausa permitiría estudiar la evolución del mercado y ofrecería a los países de la UE la posibilidad de replantear sus estrategias nacionales. Esta medida será uno de los puntos principales que Asaja presentará en el Comité Mixto Hispano-Francés-Italiano, que se celebrará en Madrid.
Para garantizar la supervivencia de los productores, Asaja también subraya la necesidad de medidas adicionales que faciliten la flexibilidad y capacidad de respuesta ante situaciones de crisis, en un intento por proteger el futuro del sector vitivinícola en España.