Según el Sistema de Información Vitivinícola de Sudáfrica (SAWIS por sus siglas en inglés), la cosecha de uva de 2024 produjo 1.099.051 toneladas procedentes de 87.848 hectáreas de viñedo, lo que supone un descenso del 7% respecto a 2023.
En términos de producción, la vendimia de 2024, incluyendo mostos sin concentrar, mostos concentrados, vino para brandy y vino para destilación, se estima en 857,1 millones de litros. Supone un retroceso del 8%.
De hecho, hay que remontarse hasta el dato de la vendimia de 2002 para encontrar una menor producción sudafricana. En la última década, la media productiva de este país era de 1.066,3 millones de litros. No obstante, esta escasa disponibilidad propia no parece alerta al sector que señala que la menor producción, unido a la fuerte demanda del mercado, ha equilibrado los niveles de existencias.
Sudáfrica vivió condiciones frescas y húmedas en los meses previos a la vendimia, que culminaron con severas inundaciones, especialmente en Western Cape. Con la llegada de la maduración, la vendimia avanzó más rápidamente en la costa, en lugares como Robertson, Breedekloof y Montagu. Según informa la patronal Vinpro, debido a las condiciones húmedas, el principal desafío de la campaña fueron las variedades tempranas, como Chardonnay, Pinotage y las tempranas Chenins (costeras), que brotaron antes y produjeron menos cosechas que las variedades tardías.
Sudáfrica es el séptimo productor mundial de vino, con una producción aproximada del 4% de la producción mundial. La industria vitivinícola aporta más de 56.500 millones de rands al PIB del país y emplea a 270364 personas en toda la cadena de valor, de las cuales 85.962 trabajan en viñedos y bodegas.
FUENTE: SEMANA VITIVINÍCOLA