¿Podrá el vino inglés sobrevivir al cambio climático?
Heladas y calor azotan viñedos ingleses con cosechas en riesgo por clima extremo en 2024.
Los viñedos en Inglaterra se están enfrentando a importantes cambios debido a las condiciones climáticas en 2024. En Essex, la quinta región más grande de cultivo de uvas en el Reino Unido, un invierno más suave de lo habitual provocó que los brotes aparecieran antes. Este adelanto fue seguido por una helada inesperada en abril, causando daños significativos en las cosechas. Paul Edwards, propietario de Saffron Grange Vineyard, reportó “pérdidas significativas” en algunas vides de Chardonnay a pesar de los esfuerzos del equipo por protegerlas.
Estas condiciones climáticas erráticas resaltan las dificultades de cultivar uvas en un clima frío. Aunque el resto de la primavera parece estar libre de heladas, los viñedos continúan adaptando sus métodos para hacer frente a estas condiciones cambiantes. Edwards mencionó que los brotes estallaron dos semanas antes que el año pasado, lo que los hizo vulnerables a las heladas, pero enfatizó que seguirían adaptando sus métodos para hacer frente a estas situaciones.
Las temperaturas crecientes y los patrones climáticos cambiantes tienen tanto impactos positivos como negativos en la viticultura en Inglaterra. Las temporadas de cultivo más cálidas han permitido madurar variedades de uva que anteriormente eran difíciles, como Pinot Noir y Chardonnay, esenciales para la producción de vino espumoso. Investigadores de la Universidad de East Anglia han sugerido que, en las próximas dos décadas, las temperaturas promedio durante la temporada de crecimiento en el sur de Inglaterra podrían aumentar hasta un 1,4%, creando condiciones óptimas para producir vinos tintos de alta calidad. Este cambio podría llevar a regiones como Kent, Sussex y Hampshire a ampliar su repertorio más allá de los vinos espumosos para incluir tintos robustos.
No obstante, la volatilidad del clima presenta retos significativos. Por ejemplo, las condiciones húmedas y cálidas durante el verano de 2023 aumentaron la presión de enfermedades, requiriendo una gestión vigilante para prevenir problemas como el mildiú. A pesar de estos desafíos, muchos viticultores han señalado que las prácticas estratégicas en el viñedo y las inversiones en tecnología han ayudado a mitigar los efectos adversos, asegurando altos rendimientos y calidad.
El año pasado fue descrito como excepcional por varios productores ingleses. Se reportaron rendimientos récord, con algunos viñedos cosechando significativamente más uvas que en años anteriores. Por ejemplo, Nyetimber, uno de los mayores productores de vino espumoso de Inglaterra, tuvo una de sus mayores cosechas en comparación con el año anterior. De manera similar, Ridgeview Wine Estate en Sussex experimentó su mayor cosecha hasta la fecha, con resultados particularmente impresionantes en las variedades de Pinot. Atribuyeron el éxito a un estallido de sol en septiembre, que fue fundamental para la maduración de las uvas después de un julio húmedo.
Los productores también están enfocándose en prácticas de viticultura sostenible para combatir el clima. Por ejemplo, la gestión cuidadosa del dosel y el monitoreo de las condiciones climáticas están mitigando los riesgos de enfermedades, particularmente en temporadas húmedas y cálidas.
Además, existe preocupación de que el turismo del vino, que se ha convertido en un componente vital de la industria del vino en Inglaterra, podría verse afectado por el clima. Las actividades relacionadas con el turismo, como las visitas de degustación de vinos y las bodas, ahora representan casi un tercio del ingreso total de los viñedos en la región del Este.