La Comisión Europea publicó el acta de la reunión del Grupo de Expertos del Observatorio del Mercado del Vino, donde se analizó el comercio internacional y factores que afectan el consumo de vino.
El Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) señaló que el consumo mundial de vino cayó a 232 Mhl en 2022, destacando una disminución significativa en la UE desde 2011. Fuera de la UE, el consumo ha sido estable o ligeramente decreciente.
El comercio mundial de vino se ha mantenido estable en volumen, pero los valores aumentaron debido a los precios más altos hasta 2022. Francia, Italia y España son los principales exportadores, mientras que Estados Unidos, Reino Unido y Alemania lideran las importaciones. El vino espumoso ha mostrado resistencia con un aumento en valor.
El mercado se polariza con vinos de gama alta y baja en mejor posición, mientras los de precio medio sufren. África y América Latina emergen como nuevos importadores dinámicos. Las exportaciones de la UE han caído desde 2021, afectadas por descensos en mercados clave como China y Estados Unidos.
El Comité Europeo Empresas del Vino (CEEV) reportó una disminución global del consumo de alcohol per cápita, especialmente en el vino. En Estados Unidos, factores demográficos y preferencias por cerveza y licores explican la caída en consumo de vino. Los vinos premium muestran mejor desempeño, pero el crecimiento es limitado.
En China, tanto el consumo como la producción de vino han disminuido, reduciendo importaciones. El CEEV sugirió que las oportunidades futuras podrían estar en nuevas regiones debido a la baja natalidad y consumo per cápita en mercados tradicionales.
EuroCommerce destacó cambios en los canales minoristas, con estabilidad en valor para vinos tranquilos y espumosos, aunque disminuyen en volumen. Las ventas de vino ecológico y de denominación de origen se mantienen. En Francia, el consumo de vino tinto ha disminuido un 38% en 12 años, influenciado por inflación y preocupaciones de salud. Las exportaciones francesas mostraron discrepancias entre volumen y valor debido a factores económicos y la normalización post-COVID.
En resumen, el mercado del vino enfrenta retos significativos con caídas en consumo y cambios en preferencias, requiriendo estrategias adaptativas y promoción para mantener su posición en el mercado global.